• La miel como agente antibacterial

  
  

  

  Muchas personas son fanáticas de la miel (entre las cuales me incluyo), y otras la detestan por ser muy empalagosa. Con todo y digan lo que digan, la miel es una delicia, y saborearla durante el desayuno con unas tostadas a punto es un ingrediente infaltable en mi vida personal y en la de muchas personas.

  Pero parece ser que la miel no sólo es ideal para masajear nuestras papilas gustativas, sino que también es ideal para sanar nuestras heridas.

  Un reciente estudio ha analizado minuciosamente las propiedades de este alimento, y han llegado a la conclusión de que su uso en heridas es conveniente y muy eficaz en casos en los que existe riesgo de infección.

  Las propiedades de la miel incluyen peróxido de hidrógeno, ácido glucónico —el cual ayuda a crear un ambiente ácido— y alto contenido de azúcar, todos ingredientes excelentes para frenar el desarrollo de bacterias que pueden causar infección.

  Además, la miel puede reducir el riesgo de amputación en pacientes diabéticos.

  Sí, es cierto que hay que reconocer que la idea de untarnos miel en las heridas no suena muy atractivo, más cuando tomamos en cuenta que es un tanto pegajosa. Pero consultar a nuestro médico por un tratamiento de este tipo podría sacarnos de la necesidad de recurrir a costosos medicamentos.